Y tanto que esta torcida... 



sulero
Un asesinato, un grupo de sospechosos y un detective perspicaz, 3 claves esenciales en este tipo de cintas, donde se juega con el espectador constantemente para teorizar al mismo tiempo que romper nuestras sospechas y sorprendernos con la resolución al enigma.
¿Qué falla? El detective... no es un Poirot ni un Sherlock Holmes, y aunque eso debería ser un punto a favor en tratar de ser original, cae totalmente debido a su falta absoluta de carisma y a que no tiene ninguna habilidad deductiva, resolviendo el crimen de forma circunstancial y no por sus propios medios. Tan solo la subtrama romántica es la que nos desarrolla un poco al personaje y esta es aburrida y poco interesante. Sin embargo, la historia logra meternos los suficientes Macguffins para hacernos creer que la cinta va por un derrotero distinto al que realmente es y darnos un giro sorprendente e inesperado, pero consecuente con lo que no estaban narrando.
Una pena que sea peli condón, para ver una vez y ya está.